Sacerdote entró a un templo de Zipaquirá montado en una burra y causó indignación

El Domingo de Ramos en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Zipaquirá, Cundinamarca, se vio opacado por un hecho que ha causado revuelo en redes sociales y entre defensores de los animales: un sacerdote ingresó al templo montado en una burra visiblemente asustada, como parte de una representación de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén.

La escena fue grabada por asistentes a la ceremonia y difundida ampliamente en plataformas digitales. En el video se observa al sacerdote Jairo Arévalo montado sobre el animal, mientras varios hombres intentan forzar a la burra a entrar al recinto sagrado, en medio la multitud de feligreses. Aunque algunos consideraron el acto como una muestra de fe tradicional, otros lo interpretaron como una forma de maltrato hacia el animal, que lucía aterrada.

La organización sin ánimo de lucro Plataforma por los Animales ALTO fue una de las primeras en denunciar públicamente el hecho. “Usar a una burrita aterrada para una ceremonia religiosa dentro de una iglesia no refleja el mensaje de humildad y compasión que esta Semana Santa debería transmitir”, publicó la ONG en sus redes sociales. También cuestionó la necesidad de someter al animal al bullicio, las cámaras y la aglomeración humana: “¿Qué necesidad hay de abusar de esta burrita visiblemente asustada?”.

La senadora Andrea Padilla, reconocida por su activismo animalista, expresó su indignación a través de su cuenta en X, calificando el acto como un “reprochable y muy vergonzoso acto de maltrato a un animal indefenso” y criticando la falta de empatía del sacerdote. En otro mensaje, señaló: “¿Qué pretende? ¿Imitar a Jesús? ¿Ilustrar, de manera abusiva, la creencia destructiva de que los animales están a nuestra disposición irrestricta?”

En el mismo video que generó la indignación, también se observan varios perros sin hogar rondando la iglesia sin recibir atención alguna, lo que ha llevado a organizaciones y s de redes a cuestionar el compromiso local con el bienestar animal. “¿Qué dice la alcaldía de Zipaquirá? ¿Hay programas de atención para esta población?”, se preguntó Plataforma ALTO.

Este caso ha reabierto el debate sobre el uso de animales en celebraciones religiosas y culturales en Colombia. Si bien la representación de escenas bíblicas es común durante la Semana Santa, el uso de animales vivos en estos actos ha generado controversia en años recientes, especialmente cuando no se garantizan condiciones adecuadas de bienestar.

Hasta ahora, ni la parroquia ni la diócesis se han pronunciado oficialmente sobre lo ocurrido. Tampoco se ha confirmado si la burra recibió acompañamiento veterinario o si provenía de una finca cercana.

Según el Código Penal colombiano, el maltrato animal puede ser sancionado si se comprueba dolor, sufrimiento o afectación al bienestar del animal. Aunque este caso en particular podría no escalar a una sanción penal.