¿Cuál es el significado de las letras en las placas de los carros en Colombia?

En Colombia, cada vehículo cuenta con una placa alfanumérica que, además de ser obligatoria para circular, brinda información clave sobre su origen. Un detalle que pasa desapercibido para la mayoría de conductores es el significado de la primera letra, que históricamente ha estado relacionada con el lugar donde fue registrado por primera vez el automóvil.

El sistema de identificación vehicular en el país está compuesto por una serie de tres letras y tres números (ejemplo: ABC 123). Aunque hoy en día esta asignación se hace con base en la disponibilidad, hubo un tiempo en que la letra inicial indicaba la ciudad o departamento de matrícula.

Por ejemplo, vehículos cuyas placas comienzan con “B” eran usualmente matriculados en Bogotá, mientras que la letra “C” correspondía a Cali, y la “M” a Medellín. Letras como “T” identificaban carros provenientes de Tunja, la “H” a Huila y la “N” a Nariño. Incluso dentro de Bogotá, ante la alta demanda, se incorporaron otras letras como “D” o “E”.

Este sistema comenzó a modificarse por la necesidad de cubrir un parque automotor en crecimiento. La alta demanda de matrículas obligó a flexibilizar la relación entre letras y ciudades. Hoy, un vehículo nuevo puede recibir una placa con cualquier letra disponible, independientemente del lugar donde se registre.

A pesar de este cambio, muchas placas antiguas todavía conservan su codificación original. Esto ha llevado a que algunos expertos hablen de una especie de “arqueología vial”, ya que al identificar una letra inicial es posible inferir el origen del vehículo, al menos en modelos más antiguos.

Conocer este dato puede resultar útil para quienes están interesados en comprar un carro usado, ya que permite verificar si fue registrado en una región distinta a la de su actual circulación. También puede tener implicaciones en normas como el “pico y placa” diferencial, aplicado en algunas ciudades a vehículos foráneos.

Además, los coleccionistas de carros clásicos valoran este tipo de información, pues les ayuda a validar el historial y autenticidad del vehículo. No es lo mismo un clásico que siempre estuvo en clima templado a uno expuesto a condiciones extremas.

Vale la pena señalar que más allá del código alfanumérico, el país también utiliza placas de colores diferenciados para taxis, vehículos oficiales, diplomáticos y de servicio público, lo cual añade otro nivel de identificación.

El Ministerio de Transporte ha reiterado que el sistema actual está enfocado en garantizar la disponibilidad de combinaciones. Sin embargo, para muchos ciudadanos, la letra inicial sigue siendo una pista silenciosa sobre la procedencia del carro que manejan o ven en las calles.