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Política

Juan Manuel Galán: “El cambio fue traicionado por el Presidente”

El Jefe del Nuevo Liberalismo está de correría por el suroccidente colombiano. En charla con El País aseguró que “la izquierda es derrotable”.

Juan Manuel Galán Pachón
Juan Manuel Galán Pachón, director del Nuevo Liberalismo. | Foto: Raúl Palacios

26 de may de 2025, 10:22 a. m.

Actualizado el 26 de may de 2025, 10:22 a. m.

En el recorrido que está haciendo por diferentes territorios de Colombia, Juan Manuel Galán, jefe del Nuevo Liberalismo, estuvo en Cali. Dice que hay que buscar nuevos liderazgos entre los jóvenes, que adelanta conversaciones con otros partidos políticos par llegar fortalecidos a las elecciones de 2026 y que el presidente Gustavo Petro traicionó el cambio que les prometió a los colombianos.

Juan Manuel Galán Pachón
Juan Manuel Galán Pachón, en charla con El País aseguró que “la izquierda es derrotable”. | Foto: Raúl Palacios

Cuéntenos sobre esta correría que ha comenzado el Nuevo Liberalismo por las regiones de Colombia.

Hemos estado en un recorrido por el suroccidente colombiano. No hemos ido todavía a Cauca, muy próximamente vamos a ir a Chocó, pero quisimos estar en Nariño para hacer una presencia territorial.

La política necesita mucha presencia, porque la gente ha perdido totalmente la confianza en la política, en los políticos, en los partidos y la gente solo cree en lo que empieza a ver presente, porque este gobierno se ha caracterizado por su ausencia y por la desconfianza que ha sembrado, desconfianza institucional, desconfianza por los mensajes políticos erráticos, por la improvisación, por la falta de técnica y de evidencia en la definición de políticas, por la manera como quieren imponer a la fuerza por dogma ideológico las reformas, en lugar de sacar una reformas por consenso, buscando que los actores primordiales se vean involucrados en el debate y en la participación de las propuestas, por ejemplo, la laboral debería tener como protagonistas a las mujeres y a los jóvenes de este país, que son los más afectados por el desempleo.

Usted habla de los jóvenes, ¿le está apuntando su partido a atraer a ese segmento de la población?

Yo tengo un termómetro muy cercano porque tengo un hijo de 21 y un hijo de 17 años. Ellos me dan la pauta de cómo están pensando la política de los jóvenes. Obviamente, mis hijos han estado involucrados y sensibilizaos desde que nacieron en el ambiente político, en la historia de su abuelo y en la carrera política mía, la de mi hermano Carlos Fernando.

Pero en general yo creo que esta generación no quiere tragar entero, es crítica, además está afectada por la crisis de salud mental y emocional que le tocó vivir como consecuencia de la pandemia, que dejó altas tasas de suicidio en jóvenes, tasas de depresión, el deseo de 81 de cada 100 jóvenes de irse del país porque no encuentran acá oportunidades para salir adelante.

Juan Manuel Galán Pachón
Juan Manuel Galán Pachón habló en exclusiva con El País. | Foto: Raúl Palacios

Entonces, si hay algo importante para los jóvenes es la política y si hay algo importante para la democracia es que los jóvenes se decidan a ponerse la camiseta de la democracia, a defender la democracia y dar su contribución generacional al proceso de fortalecimiento democrático.

Por eso para nosotros es una prioridad absoluta la elección de octubre de los consejos de juventud porque la queremos aprovechar echar como un semillero, una incubadora de nuevos liderazgos, liderazgos jóvenes que puedan llegar al Nuevo Liberalismo a enriquecerlo, a sentirse motivados para participar, para ser candidatos y formarse en el liderazgo, porque el liderazgo a veces los jóvenes pecan por arrogantes, pero la juventud debe entender que el punto de partida es la historia, la conciencia histórica.

¿Cómo pretende convencer a esa juventud de Cali, del Valle, del Cauca, que se siente decepcionada por la falta de oportunidades y es escéptica por naturaleza, para que se interese por la política?

A los jóvenes les digo que se tomen la política, que participen, que no se marginen en la apatía, en el escepticismo, en la indiferencia, en el deseo simplemente de irse. Ellos tienen un papel que están llamados a cumplir que es garantizar que el camino de la democracia, que este país ha intentado construir durante diez generaciones, pueda continuar. Que tengamos una democracia mejor, más justa, más representativa, más legítima.

La revolución hoy no es la revolución que nos plantean ideológica, la revolución es, por ejemplo, que este país que tiene solo 1800 kilómetros de vías terciarias en buen estado logre arreglar todos los 148.000 km de vías terciarias. Hace poco tuve la oportunidad de visitar China y tienen un proverbio que dice, “Si quieres enriquecerte, construye carreteras”.

Tenemos que garantizar también que esa revolución de la inteligencia artificial que está viviendo el mundo y que va a transformar todo en nuestra vida, sea una oportunidad para que los jóvenes alcancen a avanzar. Hoy a la gente no le preguntan qué estudio, sino qué sabe hacer, qué competencias tiene. La técnica y la tecnológica hay que valorarlas y valorizarlas. Tenemos que, como sociedad, trabajar todos para que los jóvenes sientan eso y se quieran quedar en Colombia a construir su proyecto de vida.

¿Qué piensa cuando escucha al Ministro de Salud diciendo que no se tome más cerveza, que se guarde la plata debajo del colchón, o al Presidente de la República asegurando que no confía en los azucareros del Valle del Cauca, en una cruzada conocida en contra del empresariado nacional?

Necesitamos un gobierno que cumpla con el mandato constitucional que tiene el presidente de la República de ser garante de la unidad de la nación y no garante del pleito ni la confrontación de la nación, ni de la división ni de la segmentación, ni de la lucha de clases. Ha sido un error satanizar al sector privado. El sector empresarial necesita apoyo, necesita estabilidad, necesita reglas de juego claras, que permanezcan, que no se cambien por el camino.

Por ejemplo, hay una cosa importantísima que han dejado los azucareros, que es la investigación y el desarrollo. Colombia tiene apenas 27% de su producto interno bruto como porcentaje de inversión en investigación y desarrollo y los azucareros del valle han dado ejemplo de compromiso con la investigación y el desarrollo y eso ha sido fundamental.

Asocaña. La caña de azúcar, es el gran motor de la economía en el Valle del Cauca. Este sector mueve el 0,7 % del PIB de Colombia, mueve 180.000 empleos. Hay 13 ingenios azucareros en la región, seis de ellos tienen plantas de bioetanol. Foto Jorge Orozco / El País.
La caña de azúcar, es el gran motor de la economía en el Valle del Cauca. Este sector mueve el 0,7 % del PIB de Colombia y genera 180.000 empleos. Foto Jorge Orozco / El País. | Foto: Jorge Orozco

Hace poco tuve la oportunidad de publicar un artículo sobre el riesgo que tiene el país de un apagón inminente, precisamente por esas políticas y esos mensajes erróneos, contradictorios, esos bandazos en donde tenemos un gobierno que está más interesado en hacer campaña electoral que en gobernar, que en istrar, que en gerenciar, que no habla con sus ministros.

Entonces, volviendo al tema de los jóvenes, es fundamental que tengamos un gobierno que le dé prioridad a la política pública de juventud articulando la acción de todos los sectores en pro de esa de esa política de juventud. Esa fue mi experiencia como viceministro de la juventud.

Que hay que tener una capacidad de articular la institucionalidad para darle confianza a los jóvenes para que los jóvenes sientan que tienen oportunidades eh sobre todo inserción laboral. De una política no solo de transformar el emprendimiento. Porque hoy en día nosotros confundimos en Colombia el emprendimiento con los proyectos productivos y son dos cosas distintas. Pero la capacitación, la formación, las oportunidades de bilingüismo, de internacionalización del país, la proyección del Valle del Cauca y del suroccidente colombiano hacia el Asia Pacífico desde el punto de vista internacional es definitiva.

A mediano plazo ese es el proyecto más importante para desarrollar la región, para insertarla a su área natural internacional de presencia, que es el Pacífico y el Asia Pacífico.

¿En qué está el Nuevo Liberalismo, cómo se están preparando de cara a las elecciones del próximo año?

Hemos estado en modo conversar, explorar, escuchar y en ese ejercicio hemos dialogado con varias fuerzas políticas. Con las que más hemos avanzado en un acuerdo, en una alianza, es con el Partido Mira y Dignidad y Compromiso, para una coalición al Senado de la República. Y como cada región es un universo en sí mismo único, en sus dinámicas políticas, entonces, estamos observando cada una para ver con qué fuerzas políticas podemos concluir acuerdos.

¿Qué puntos de coincidencia tiene con estas organizaciones políticas para pensar que ellas son con las que se debe unir de cara a estas elecciones?

Con el Mira y con Dignidad y Compromiso estamos haciendo un acuerdo entre distintos. Demostrando que sí hay posibilidad de trabajar unidos por unos propósitos sin que eso signifique que pensamos igual en todo. Pensamos diferente en muchos temas, pero pensamos igual en que somos demócratas, que le apostamos a la democracia. Pensamos igual en que la política hay que ejercerla de manera transparente, sin clientelismo, sin corrupción. Eso nos une.

Ahora, nosotros hemos construido una ruta, que son los pasos que un candidato sabe que debe cumplir si aspira a tener el aval del Nuevo Liberalismo. Y en esos pasos se incluye la verificación de sus antecedentes, de su hoja de vida personal, el grado de compromiso que muestre y de sinceridad con el proceso de construir partido dentro de los valores liberales y galanistas que nos inspiran, de una política inspirada en las ideas liberales, pero inspirada en la manera de hacer política galanista, que es sin clientelismo, sin corrupción, sin buscar hacer negocios particulares desde la política, sino realmente con vocación de servicio público.

Entonces, queremos traer muchos candidatos a Cámara y a Senado, pero teniendo unas líneas rojas muy claramente definidas porque si no recuperamos la coherencia en la política, no recuperamos la confianza en la política. Y la coherencia se perdió. Ahora tenemos partidos bipolares y tripolares, donde un pedazo del partido está con el gobierno. Otro pedazo está haciéndole oposición y otro pedazo se declara independiente.

Eso le hizo desfigurar la coherencia de la política y la se volvió un chiste la política, se volvió un motivo de risa.

Juan Manuel Galán Pachón
EL Nuevo Liberalismo ha tenido acercamientos con otros partidos políticos con el propósito de llegar unidos a las elecciones de 2026, aseguró Juan Manuel Galán | Foto: Raúl Palacios

¿Ha tenido acercamientos con el Partido Liberal?

Hemos participado en reuniones a las que nos han convocado para dar nuestro punto de vista sobre los temas de interés nacional y sobre cuál puede ser el camino para encontrar una unidad que nos permita el año entrante abrirle el espacio a un gobierno distinto, a un equipo que haga una fuerza entre el Congreso y el Gobierno Nacional. Porque para nosotros, sea quien sea el presidente que venga, necesita una mayoría sana en el Congreso, no conquistada y comprada a punta de mermelada y de clientelismo, que trabaje realmente por las reformas que el país está esperando desde hace mucho tiempo, y un equipo de gobierno que llegue preparado desde el 7 de agosto a poner en práctica las medidas para obtener los resultados que la gente está esperando de la política y de un gobierno.

Y en eso estamos hablando con distintos sectores, hemos hablado en reuniones que nos han convocado con el Partido Conservador, con el Partido Liberal, con el Partido de la U. No hemos hablado mucho con Cambio Radical, pero estamos a la expectativa de sostener diálogos para escuchar y para presentar también nuestro punto de vista.

Para nosotros el país, el año entrante, se va a debatir entre dos opciones, pero no las que la gente cree de que la extrema izquierda y la extrema derecha, sino la opción del pasado y la opción del futuro. La opción del pasado la representan quienes ya gobernaron y que por su manera de gobernar hicieron posible que Gustavo Petro fuera elegido presidente de la República, porque la gente quería un cambio.

Pero ese cambio fue traicionado por un presidente que se dedicó a otras cosas y no, por ejemplo, a apoyar a los alcaldes, que hoy están abandonados a su suerte, que hoy no saben cómo hacer porque no tienen una interlocución con la institucionalidad del gobierno nacional que les dé certeza sobre si van a tener proyectos, si los van a poder ejecutar, si los van a poder financiar en crisis. El alcalde de Pasto ayer me mostraba la situación financiera del municipio y es crítica y es dramática, no tiene recursos, no tiene respuestas del Gobierno Nacional y se supone que Gustavo Petro en el suroccidente colombiano ganó las elecciones. Pero si no le paran bolas al suroccidente, que fue el que le dio la victoria, imagínate en las otras regiones de Colombia qué esperanza tienen de poder tener una interlocución, una respuesta.

Tenemos que pasar de una relación modo amenaza entre el Gobierno Nacional y los mandatarios locales a una relación modo apoyo, colaboración, alianza para que a los alcaldes les vaya bien, para que terminen sus mandatos exitosamente y puedan tener la ejecución en obras que la gente está esperando en muchas ciudades del país y que no han sido posibles por el bloqueo del gobierno nacional.

¿Va a ser candidato a la presidencia de la República?

Pues no lo descarto, pero no es mi obsesión personal aspirar a la presidencia. Mi obsesión es que podamos conformar un gran equipo en el Nuevo Liberalismo, que el partido crezca, se expanda, cada vez esté más fuerte. Hoy tenemos 320 concejales en todo el país, 58 alcaldes, fuimos definitivos en la elección del alcalde de Bogotá, la elección del alcalde de Cali, el de Cartagena, el de Pasto, el de Florencia, el de San José de Guaviare por mencionar capitales, pero también ciudades intermedias importantes como Girardota en Antioquia, el área metropolitana del Valle de Aburra, Mosquera, en Cundinamarca, y los alcaldes y los concejales están haciendo un gran trabajo. Tenemos 168 ediles, 11 diputados, entonces ya el Nuevo Liberalismo no es una nostalgia de algo que pudo ser y no fue, sino es una realidad política electoral territorial que nos va a dar también una gran posibilidad de triunfo en las elecciones del año 20.

¿Usted cree que la izquierda se quedará con el poder el próximo año?

Cree que hay forma de hacer ese contrapeso a la izquierda y es posible de pronto buscar esa unidad en los otros movimientos políticos, en las otras ideologías políticas. Sí es posible lograrlo siempre y cuando construyamos una unidad de propósito y no solamente una unidad mecánica, electoral que ya a la gente la tiene eso cansada y no le dice nada la política tradicional y la millones de maquinarias. No le dice nada una política que no esté enfocada en resultados, que no tenga sensibilidad social y que no tenga la vitalidad y la energía necesaria para responderle al país por las necesidades que tiene.

Ahora, a mí me preocupa mucho las garantías para el proceso electoral. Esta es la hora que el gobierno, desde que Juan Fernando Cristo era ministro del Interior, no ha convocado la Comisión de Garantías Electorales donde estamos todos los partidos, Consejo Nacional Electoral, la Registraduría, la Contraloría, la Procuraduría, la Defensoría del Pueblo, la Policía Nacional, el Gobierno Nacional que es el que la convoca a través del ministro del Interior y estamos muy preocupados porque en la última sesión de esa comisión, Iris Marín, la defensora del pueblo, nos dijo que en 794 municipios hay alertas tempranas por presencia de grupos armados.

También hay serias dudas sobre la financiación del sistema Pero mientras tanto el gobierno propone una consulta popular que vale $1,2 billones, y el sistema de salud desfinanciado, la gente sin los medicamentos, interrumpidos los servicios, el talento humano en salud también en veremos.

Eso es lo que estamos enfrentando y hay que encontrar un camino de unidad, pero de unidad de propósito para que sea creíble para la gente. No simplemente ponernos de acuerdo en un candidato único sino en una propuesta de país que mire hacia el futuro, que le dé esperanza, ilusión a la gente, que le dé optimismo en que el país sí puede salir adelante.

Estoy convencido de que sí es posible hacer una presencia con ese propósito de país, la izquierda es derrotable.

¿Considera que con las convocatorias a los cabildos populares, a los paros, a las huelgas en los próximos días, se quiere generar un caos en Colombia para propiciar la permanencia de la izquierda en el poder?

De Gustavo Petro no me sorprendería, porque sabemos que las organizaciones criminales hicieron acuerdos con el gobierno. A través de la paz total se materializaron esos acuerdos y si uno ve la paz total, no solamente ha sido la guerra total, sino que ha sido la ventaja total para que esas organizaciones tomen ventaja territorial, controlen a la población. Hoy se necesita una política de seguridad con una estrategia clara de recuperación territorial.

Pero la recuperación territorial pasa porque la Fuerza Pública haga presencia permanente en la población, con la población. El objetivo número uno que se le debe fijar a la Fuerza Pública es la protección de la población civil, que está en medio de esta guerra territorial de grupos criminales y que la están obligando a tomar partido por un lado o por el otro.

Ese esa debe ser la prioridad urgente y este gobierno no tiene liderazgo en la política de seguridad, en la política de orden público, la extorsión, el microtráfico, el hurto callejero, que son los delitos que más padece la gente en las ciudades, pero no han tenido respuesta porque la Policía está desfinanciada, está disminuida en sus capacidades de pie de fuerza, de moral, de inteligencia, de todo lo que requiere para poder enfrentar los desafíos de criminales en las ciudades.

¿Cree que están en riesgo la democracia, la institucionalidad, el estado de derecho en Colombia?

Están en serio riesgo y tenemos que entender la dimensión del desafío histórico que tenemos en Colombia en este momento y ponernos por encima de las diferencias partidistas, ideológicas porque está en juego es la democracia. Entonces todos los que creemos en la democracia, todos los que creemos en que el país debe avanzar y superar el pleito político y la confrontación y la polarización, porque la política, reitero, debe enfocarse en resultados y en construir confianza para que la gente sienta que la democracia sí es el camino y es el único camino posible, no hay otro camino.

Las aventuras populistas y autoritarias causan frustraciones mayores y por lo general baños de sangre y este país ya ha tenido suficiente violencia política. En el siglo pasado tuvimos por lo menos medio millón de muertos por violencia política y esa historia tenemos que conocerla para no repetirla.

Directora de El País, estudió comunicación social y periodismo en la Pontificia Universidad Javeriana. Está vinculada al diario EL País desde 1992 primero como periodista política, luego como editora internacional y durante cerca de 20 años como editora de Opinión. Desde agosto de 2023 es la directora de El País.

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