Columnista
María Elvira
Ella era ya una leyenda temida y irada, a cuya oficina se referían todos como ‘El Olimpo’, con respeto sacramental.

26 de may de 2025, 02:05 a. m.
Actualizado el 26 de may de 2025, 03:01 p. m.
Tal vez el país está tan crispado, tan secuestrado en su agenda noticiosa, que ningún medio anunció su charla en Cali. Era histórica, necesaria para una sociedad que se precipita de forma veloz hacia la victoria del pesimismo y, por tanto, la parálisis por aturdimiento.
Por eso no puedo dejar pasar la visita de María Elvira Samper. La periodista, editora, columnista, filósofa, vino por invitación del Grupo Bolívar para conmemorar los 50 años del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar. La Universidad Autónoma de Occidente tuvo el orgullo de recibirla.
Ya pensaba escribir de María Elvira desde enero, cuando la vi entrevistar a Piedad Bonnett en el Hay Festival de Cartagena. La mejor entrevista que he presenciado en mi vida, y sugiero a los interesados buscarla y verla, toda una danza de conversación entre dos de las mujeres más brillantes y profundas del hemisferio.
Esta semana, María Elvira hizo un repaso sobre la historia del periodismo que le tocó: los reporteros enfrentaban la presión asesina de los carteles de la droga y, sin celulares ni Internet, reportaban desde teléfonos públicos de moneditas hechos como la Toma del Palacio de Justicia.
Dos consejos da: Uno, dejar de perseguir tanto la chiva, pues es mejor dar la noticia bien contada que darla primero. Segundo, no correr tras la agenda del gobernante de turno: por andar detrás de cada anuncio, frase temeraria y declaración delirante, perdemos de vista las investigaciones de fondo.
Qué emocionante escuchar a María Elvira narrar episodios de su carrera. Recordé mis comienzos en la Revista Cambio. Ella era ya una leyenda temida y irada, a cuya oficina se referían todos como ‘El Olimpo’, con respeto sacramental. Era dura, fuerte, decidida, no le pedía permiso a nadie para opinar ni se disculpaba por su pensamiento independiente. Dueña de un criterio que se ejercía sin sentimentalismos o parroquialismos banales.
Yo, que aprendí de su ejemplo a ser mujer en el mundo laboral, no me daba cuenta de lo insólito y poco frecuente que resultaba que una joven se asumiera a sí misma de esa manera. Yo creía que era normal, porque María Elvira fue mi ‘normalidad’.
Me hizo rebelde, incapaz de seguir órdenes solo porque vinieran de un cargo ‘superior’; incapacitada para aceptar una fingida ‘humildad’ femenina que solo conviene al Statu Quo. Me hizo incapaz de conformarme con ser una sola cosa: como ella, era legítimo tener muchas facetas, tomar muchos riesgos.
Yo no sabía que me habías influido tanto, pues no fuiste una maestra hora cátedra, sino la fuerza del universo que lo moldea todo a su paso sin pedir permiso. Encarnas de verdad tu premio Simón Bolívar de 2010: Eres Vida. Y eres obra inacabada.
Paola Guevara (Cali, Colombia). Escritora, periodista, editora y columnista de Opinión. Sus novelas 'Mi Padre y Otros Accidentes' (autobiográfica) y 'Horóscopo' (ficción), publicadas en español por Editorial Planeta y traducidas al italiano por Cento Autori, están en proceso de llegar al cine. Tras 21 años de destacada trayectoria en importantes medios de comunicación escritos nacionales y regionales, como Revista Cambio, Cromos, Casa Editorial El Tiempo o El País Cali, entre otros, desde el año 2022 es Directora de la Feria Internacional del Libro de Cali. Asesora en Protocolos de Familia, conferencista, gestora de proyectos editoriales y coach de escritura creativa, en la actualidad vive en Cali y escribe su tercera novela.