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“El equilibrio entre trabajo y vida privada es su problema”: el nuevo discurso duro de los CEOs en Estados Unidos
Empresas como Starbucks, Uber y JPMorgan adoptan un tono más exigente con sus empleados y recortan beneficios.

12 de may de 2025, 10:42 p. m.
Actualizado el 12 de may de 2025, 10:42 p. m.
Hasta hace poco, las empresas competían ferozmente por atraer talento. Los ejecutivos hablaban con entusiasmo sobre la importancia de sus empleados, ofrecían incentivos, flexibilidad y escuchaban quejas.
Hoy, el clima ha cambiado. De acuerdo con un reportaje reciente de The Wall Street Journal, en salas de juntas y memorandos internos, los CEOs de grandes compañías estadounidenses han dejado atrás la retórica empática y han adoptado un tono más duro: exigir más, tolerar menos y advertir que cualquiera puede ser reemplazado… incluso por una máquina.
“El equilibrio entre trabajo y vida personal es su problema”, dijo recientemente Emma Grede, directora ejecutiva de Good American y cofundadora de Skims. Su frase, lanzada durante una entrevista en el pódcast El diario de un CEO, conducido por Steven Bartlett, resume el nuevo enfoque que domina en muchas empresas: cada quien debe adaptarse o quedar fuera.

El giro ha sido impulsado por varios factores. Por un lado, el debilitamiento del mercado laboral tras los despidos masivos en tecnología y otros sectores. Por otro, el avance de la inteligencia artificial, que promete hacer más con menos personal. La incertidumbre económica y el endurecimiento de los líderes empresariales han dado forma a una nueva cultura corporativa: menos indulgencia, más presión.
“Estoy harto de esto (...)Trabajo siete días a la semana desde el Covid y cuando vengo a la oficina… ¿dónde está el resto?”, se quejó Jamie Dimon, CEO de JPMorgan, en una reunión privada en la que criticó duramente a quienes se oponen al regreso obligatorio al trabajo presencial.
En Starbucks, Brian Niccol despidió a más de 1.000 trabajadores y luego llamó a los sobrevivientes a “asumir el crecimiento de este lugar”.

Uber ha sido otro ejemplo paradigmático. El mes pasado, la empresa aumentó de cinco a ocho años el requisito de antigüedad para acceder a un mes sabático pagado y pasó de dos a tres días obligatorios de trabajo en oficina. Ante las quejas internas, el CEO Dara Khosrowshahi declaró sin rodeos ante CNBC: “Sabemos que algunos de estos cambios serán impopulares (...) Es un riesgo que decidimos asumir”. Luego, la jefa de personal, Nikki Krishnamurthy, advirtió en un memorando que algunos empleados serían citados por la forma ‘irrespetuosa’ en que expresaron su inconformidad.
Este endurecimiento también se ha hecho visible en la reducción de beneficios y bonificaciones. En 2023, la directora ejecutiva de MillerKnoll, Andi Owen, se volvió viral tras decirle a su equipo que “saliera de la ciudad de la autocompasión” cuando preguntaron por las bonificaciones. Aunque se disculpó, su mensaje reveló una tendencia creciente: menos tolerancia a las quejas, más exigencias sin concesiones.
La inteligencia artificial ha agregado una capa adicional de presión. Tobi Lütke, CEO de Shopify, anunció que la empresa no contratará a nadie nuevo a menos que el puesto no pueda ser cubierto por una IA. En Fiverr, Micha Kaufman fue aún más directo: “La IA va a por sus trabajos. ¡Y vaya si va a por el mío también! Esto es una llamada de atención”.

Según el profesor Charles A. O’Reilly, de la Universidad de Stanford, este cambio de tono es cíclico. “Cuando el mercado mejore y haya más oportunidades de empleo, los CEOs volverán a hablar sobre la importancia de los empleados, y estos aprovecharán esa situación”, dijo a The Wall Street Journal. Pero, por ahora, la balanza se ha inclinado del lado de los ejecutivos.
Donnie Donselman, un exempleado del sector tecnológico, le dijo al periódico estadounidense que hoy muchas vacantes equivalen a “tres trabajos en uno” y que los CEOs solo están “infundiendo miedo”. Para él, esta cultura no traerá mejores resultados, sino mayor desgaste.
Periodista web en elpais-co.amazoniaemfoco.com.co, comunicador social y periodista, con énfasis en reportería para distintas fuentes de información.