Columnistas
Ellas en su salsa
Larga vida al colectivo ‘Melómanas, ellas en su salsa’ y gracias a quienes hacen posible su existencia.

18 de may de 2025, 12:44 a. m.
Actualizado el 18 de may de 2025, 12:44 a. m.
En un templo de esta Cali salsera, tan querido como entrañable, se juntaron para celebrar la vida, que desde hace siete años las unió, en torno de una pasión que les fluye por las venas. Ocurrió este viernes 16 de mayo, en la Casa Latina del gran Gary Domínguez, quien ha sido parte de esta historia, en clave de mujer.
Llegaron cargadas de alegría, con bombas, tortas, elepés y un anuncio en el que resalta el perfil de un rostro femenino, cabello alborotado y una nota musical. Al centro, en letras rojas, aparece la palabra clave: melómana, acompañada de una frase en cursiva, que le da el toque distintivo a este selecto grupo: ‘ellas en su salsa’.
Sus integrantes son tan auténticas como enamoradas del vinilo, el coleccionismo, la historia musical, el rescate de las voces femeninas y las grandes compositoras. Sus edades, ocupaciones y lugares de existencia son tan diversos, que quizás allí radique parte de su encanto. Y han logrado consolidarse como uno de los colectivos salseros más respetados de esta Cali melodiosa.
Las fundadoras recuerdan que fue hace siete años cuando crearon el colectivo, que tiene su gran día en el Encuentro de Melómanos de la Feria de Cali. Algunas vienen, incluso, de otros países, como Dj La Mami; de otras ciudades y municipios. Y semana a semana conversan en su grupo de WhatsApp, de distintas actividades, de sus sentires, de las noticias musicales, de tantas y tantas cosas, que esa conversación virtual es siempre viva y cálida.
La médica Patricia Rebellón, coordinadora del grupo, se esfuerza con ímpetu por mantener la llama encendida. María Claudia Giraldo, con su preciosa e insigne voz, conduce los juntes y se baila cada melodía, con una destreza irable. Francia Elena Barrera, gestora y símbolo del movimiento de orquestas femeninas de Cali, hace parte del colectivo, así como Nancy Faride Arias, cuya voz también está inscrita en esta historia, así como sus luchas por la equidad de género.
Junto a ellas, Laura Sotelo, conocedora de la historia musical femenina, que comparte en sus redes sociales; Mary, la salsera, creadora de contenido musical; Diana Siguaraya y Viviana García, gestoras culturales; Cristina Varela, la directora del museo que rinde culto a su padre, Jairo Varela; Leyla Santa, de La Matraca, y su hija Julia Díaz; Nelly Parra, del Anacobero y la Nellyteca; Diana Durán, Kelmi Quintero y Yisela Trujillo, de las Fingidoras de la Salsa; Gloria Guzmán, Glausia González, Damaris Salcedo, Diana Rangel, Francia Molina, Giobanna Buenahora, Mila Castaño, María Eugenia Montoya, Jeny Pérez, Nancy Arboleda, Rosa Escobar, Saby Escobar, Sandra Díaz, Stella Gómez, Luz Patricia Vargas y Viviana Tovar, entre otras.
Doña Rosita Franco, por ejemplo, llegó el viernes al encuentro, desde Pereira, junto a su esposo, René Alvarado, quien llevó en sus apuntes, apuñados en un sostén con luz, la reseña del disco que programó: Las tres flautas. Luego, Rosita invitó a escuchar Salomé, en la versión de la puertorriqueña Lucecita Benítez.
Al colectivo llegué por herencia, honrando la memoria de mi tía Esperanza Perafán Valencia, quien hizo parte de él, con sumo entusiasmo y con decenas de fotos que registran la historia del grupo. También, por esa pasión por la melomanía, de la que soy una aprendiz. Con nosotras celebraron melómanos cariñosos como Gary Domínguez, que abre su casa con generosidad para hacer posible un junte que nos representa como ciudad, una Cali palpitante, en la que surgen cientos de manifestaciones que reivindican nuestra esencia. Larga vida al colectivo ‘Melómanas, ellas en su salsa’ y gracias a quienes hacen posible su existencia. @pagope
Comunicadora Social - Periodista y Docente de la Universidad Autónoma de Occidente. Caleñísima. Con 26 años de experiencia en una sala de redacción. Entiende el periodismo como una pasión, pero sobre todo, como una manera de transformar y servir a la sociedad. Ciudad, paz, género y niñez, los temas que le apasionan.