Un piloto reveló lo que opina sobre los aplausos de los pasajeros al momento de aterrizar

Los viajes aéreos son uno de los planes más frecuentes en los últimos tiempos. Y es que, para muchas personas, subir a un avión significa desconectarse de la realidad y sumergirse en una aventura por los aires.

Aunque el proceso del vuelo es fantástico para algunos y tedioso para otros, el aterrizaje ha sido marcado como un momento el cual la mayoría de personas atesora.

Sin embargo, hay ciertos gestos durante este acto que siguen generando debate entre la tripulación y los pasajeros.

Uno de ellos es el aplauso que algunos pasajeros ofrecen al aterrizar, un acto que, puede considerarse poco común en algunos lugares y persiste como una forma espontánea de cerrar la experiencia aérea.

Ahora bien, la pregunta que surge es ¿Qué sienten los pilotos cuando escuchan ese gesto?

La respuesta técnica y emocional detrás

Ramón Vallès, piloto de la aerolínea Iberia, ha compartido su experiencia en el pódcast 'Mami, ¿qué dices?,' su respuesta causó gracia e incertidumbre en las redes sociales.

El piloto reveló que, aunque los pasajeros crean que están reconociendo su labor al aplaudir, muchas veces este sonido ni siquiera llega a sus oídos.

“La gente tiene el hábito de aplaudir. Yo me entero porque los auxiliares de vuelo me lo comentan, para nosotros es una fase de vuelo en la cual estás muy concentrado”, explicó Vallès.

La explicación está en el propio diseño operativo del vuelo. Durante el aterrizaje, los pilotos se encuentran en uno de los momentos más exigentes del trayecto.

Pues están plenamente concentrados, monitoreando instrumentos, comunicándose con la torre de control y tomando decisiones clave para garantizar el aterrizaje seguro.

Por otro lado, hay quienes vinculan esta costumbre con determinadas culturas, especialmente en vuelos procedentes de América Latina o del sur de Europa.

Vallès considera que la nacionalidad influye menos de lo que se piensa. Según su experiencia, el acto de aplaudir se relaciona más con cómo ha sido el vuelo que con el lugar de origen de los pasajeros.

“Viene más condicionado por lo que haya sido un vuelo, un poquito difícil y que la gente tenga tantas ganas de aterrizar que, cuando el avión se ponga en el suelo, instintivamente, sale el acto reflejo de aplaudir”, anunció el piloto.

De hecho, en vuelos que han sido tranquilos y sin contratiempos, el gesto también puede aparecer, pero suele vincularse más con la costumbre o con una reacción grupal que se contagia entre los pasajeros.

Ahora, desde la perspectiva de los pilotos, los aplausos no son motivo de celebración ni molestia. Simplemente, son una expresión más del pasajero.

Finalmente, para quienes se encuentran al mando del avión, lo importante es garantizar un vuelo seguro, y el foco durante el aterrizaje no permite prestar atención a lo que ocurre más allá de la cabina.