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“Escuchamos dos disparos y diez minutos después sucedió la explosión”: los relatos tras el atentado en el barrio Los Lagos, en Cali
Sobre las 7:20 de la noche del domingo una explosión sacudió esta zona de Cali. Hay siete personas heridas.

20 de may de 2025, 10:17 a. m.
Actualizado el 20 de may de 2025, 10:17 a. m.
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“Escuchamos dos disparos y diez minutos después sucedió la explosión”, así recordó Sandra Bonilla, habitante del barrio Los Lagos, los instantes previos al atentado terrorista perpetrado en este sector del oriente de Cali el domingo pasado al parecer por la disidencia de las Farc Jaime Martínez, en el cual resultaron siete personas heridas, tres policías y cuatro civiles.
Eran las 7:20 de la noche y se encontraba en la habitación junto a su sobrino; sin embargo, la onda explosiva destruyó los vidrios de la ventana de su vivienda. Acto seguido, las esquirlas cayeron sobre el joven, afectando su rostro y oído.

“A él se lo tuvieron que llevar para hacerle un lavado en su oído. No sabíamos qué pensar, es la primera vez que vivimos algo así”, explicó Bonilla, mientras observaba la fachada de su vivienda, que tuvo varias afectaciones, en especial su techo, tras la caída de varias tejas. “Si hoy vuelve a llover, nos mojamos”, aseguró la mujer, quien siente temor por la emergencia suscitada en su comunidad.

El sobrino de Sandra Bonilla no fue el único menor herido en este ataque. Kelly Johana Asprilla vive en frente del shut de basura donde fue ubicado el artefacto explosivo que fue detonado al paso de una patrulla de la Policía que acudió al llamado de auxilio, tras los disparos escuchados en la Calle 72 P con Carrera 26I 1.
“Estábamos en la parte de atrás de nuestra casa, cuando el niño nos dijo que iba a salir a la tienda, pero minutos después escuchamos la bomba”, resaltó Asprilla.
Indicó que los vidrios de un ventanal ubicado a las afueras de su vivienda le cayeron encima al menor, lo cual le ocasionó varias heridas en su cuerpo. “El niño tiene una fractura en la mano y en un pie, también tiene los oídos afectados”, detalló.
Tras la emergencia fue trasladado a un centro asistencial. No obstante, su tía Kelly Johana Asprilla denunció que durante varias horas se encontraron a la espera de una autorización por parte de la EPS del menor para un trasladado. Recién a las 10 de la mañana de este lunes se dio luz verde al procedimiento médico.
Asprilla contó que el menor no fue el único afectado de su núcleo familiar, también se suma la mamá del niño, quien se encontraba en el segundo piso de la vivienda. “La madre tiene las esquirlas y los golpes producidos tras la explosión”, sostuvo.
La detonación también dejó consecuencias en el comedor comunitario ‘Tu mano amiga’, espacio que está a menos de 20 metros del lugar donde fue colocado el artefacto explosivo. Nelly Muñoz, encargada del comedor, recordó el temor que se vivió en la noche del domingo.
“Nos vimos afectados porque se quebraron los vidrios. Esta fue una explosión muy fuerte que nos desfondó el cielo raso”, manifestó.

A pesar de esta situación, esto no fue impedimento para que Nelly Muñoz pudiera continuar con sus labores y contribuir con la alimentación de las familias más vulnerables del sector. Es por eso que, bien temprano, encendió los fogones de su cocina para preparar una olla comunitaria y así brindar un plato de comida a todas aquellas personas que ayudan en la limpieza de la zona afectada.
William Alfredo Piedrahíta es habitante del primer piso del Conjunto Ciudadela El Pondaje y Charco Azul, la unidad residencial donde minutos antes se escucharon los dos disparos por los que se llamó a las patrullas de la Policía. “De repente escuchamos el estruendo y me alcanzó a salpicar el vidrio porque estaba cerca de la ventana”, dijo.
Piedrahíta, mientras retiraba el vidrio fracturado que había quedado en su ventana, afirmó que sus seres queridos salieron despavoridos luego de la explosión. También sentían temor e impacto por lo ocurrido.
“Mi familia salió de aquí y me quedé en la casa para tratar de ir recogiendo los escombros para que ellos puedan volver, pero lo que me dicen es que sienten mucho miedo”, contestó.

Reconoció que no ha sido ajeno al sentimiento de preocupación y zozobra que embarga a los residentes del barrio Los Lagos. “Uno como hombre tiene su corazonada y su miedo. Pero uno trata de no mostrar debilidad ante la familia”, confesó.
Luz Mery, otra de las habitantes del sector, visiblemente conmovida, le hizo un llamado a las autoridades para reforzar la seguridad en el lugar.
“Aquí no hay cámaras. Queremos que nos puedan ayudar porque eso hace mucha falta”, reclamó.
Avanzan las investigaciones
Tras el atentado, la Seccional de Investigación Criminal de la Policía Nacional emprendió las averiguaciones correspondientes. Los primeros hallazgos dan cuenta de la utilización de 20 kilos de pentolita para la detonación del artefacto explosivo.
“Tenemos una línea investigativa para entender por qué se están presentando estos ataques en el oriente de Cali. Sabemos de la presencia de grupos de delincuencia común y también de presencia de las redes de apoyo urbano del frente Jaime Martínez de las disidencias de las Farc”, explicó el general Carlos Oviedo, comandante de la Policía Metropolitana de Cali.
Según el funcionario, se ha recibido el apoyo del Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Defensa, con el propósito de evitar este tipo de ataques.
“Hace menos de ocho días llegaron 100 policías para aumentar nuestras capacidades, también ha llegado un componente de investigación criminal y de inteligencia con capacidades del nivel central”, aseveró Oviedo.

Periodista migrante. He trabajado para Caracol Radio y El Espectador, actualmente cubro Cali y Economía en El País.