Una despedida muy emotiva le hizo Rigo a su padre, esto fue lo que pasó en la novela

La historia de este 15 de noviembre, presenta la emotiva despedida de este cariñoso padre (interpretado por el actor Robinson Díaz) en el cementerio, acompañado de toda la familia y donde Rigo lo recuerda y proclama unas palabras “gracias por querernos tanto, a mi mamá, a mi hermanita y a mí. Dios le pague por alegrarnos la vida y por pensar primero en los demás, antes que usted. Yo lo tuve muy poquito tiempo a mi lado, pero por haber vivido con usted, valió la pena”.

Rigo, interpretado por el actor Juan Pablo Urrego, le pide a Michel, interpretada por la actriz Ana María Estupiñán, que pase esa noche con él en casa; ella le dice que sí. En la noche le confiesa que ha sido un día muy duro para él y su familia. Además, le dice: “Aunque no me crea, estoy muy feliz de tenerla acá”.

Ella le pregunta que a que se va a dedicar, y Rigo le dice que quiere seguir en el ciclismo, pero sin descuidar a su mamá y su hermana. También le presenta un cuaderno en el que su padre anotaba las medidas de tiempo de las carreras de su hijo.

El ciclista Rigoberto lo recuerda con mucho a su padre por medio de una foto que habla del amor que le tenía su progenitor desde que era muy pequeño.

Mientras tanto, Aracely, esposa de don Rigo padre, demuestra todo el dolor y la pena que siente, no come ni recibe nada de parte de su familia. Lucho, tío del ciclista, le pide a su cuñada, Aracely, que pruebe bocado y le cuenta que hace un tiempo se había ido a tomar con Rigo, padre al cementerio, allí le pidió a Lucho que si él llegara a faltar le cuidara su familia.

Por eso, Lucho, le dice a Aracely entre lágrimas que le promete que no les va a faltar comida y que va a velar porque ellas y su sobrino no les falte nunca nada.

¿Qué pasará en el próximo capítulo?

Terminando la historia del 15 de noviembre, se presentaron unos avances inesperados de esta novela, que también tiene capítulos disponibles en Prime video.

A casa de Rigo llama el papá de Michel, Pedro Durango, solicitando información de su hija y el ciclista le responde que ella está en buenas manos, que aunque hayan pasado difíciles momentos, ella va a estar bien protegida.

También se anuncia que hay unos personajes extraños, al parecer de la guerrilla, detrás del rastro de Michel, porque están planeando el secuestro de ella, dado que esta familia es de una posición económica más alta. Se ciernen las sombras del secuestro en esta historia que ha estado atravesada por el conflicto armado.

Así que la historia se va desarrollando de manera interesante, mientras el amor de Rigo y Michel va floreciendo en medio de las tinieblas de un conflicto que ha afectado a todos los colombianos.

El capítulo pasado

El 14 de noviembre, la historia inicia cuando el padre del ciclista fue captado por un grupo armado, que frenó la preparación de unos jóvenes deportistas y los devolvió al pueblo.

Los hombres retuvieron a Rigoberto y a sus dos acompañantes, pidiéndoles que les ayudaran a trasladar un ganado de una finca a otra.

El padre de Rigo intentó hablar con ellos, asegurándoles que no eran ladrones y que su trabajo era honrado, pero la respuesta del jefe de dicho grupo fue agredir al progenitor del deportista. La escena muestra los golpes y patadas que le propinaron al adulto, a quien, segundos después, le apuntan con un arma y se desata la angustia de quienes estaban en el lugar.

Luego se observa como los conocidos del Rigoberto llegan hasta la casa de Aracely, para entregarle la libreta de su esposo con el fin de que entendiera que algo había sucedido.

Desconsolada, supo de inmediato que las cosas no estaban bien, por lo que se derrumbó por completo con la fuerte noticia.

Algunos amigos llegaron hasta donde el ciclista para darle la noticia de que los paramilitares se habían llevado a su papá. Pero de inmediato Rigo se mostró pasmado, lanzando preguntas para saber si estaba bien o si algo malo le había sucedido.

El desespero se apoderó de la familia del deportista, quienes cayeron en un profundo dolor ante la incertidumbre de no saber que era lo que habría ocurrido.