Andrea Serna destapa cuál es su mayor prioridad los domingos

Lo cierto es que Andrea Serna parece no para nunca, pues es una mujer bastante activa, pues a través de sus redes sociales interactúa con sus seguidores. Por ello, el fin de semana tomó la decisión de responder algunas preguntas sobre las dinámicas familiares, teniendo en cuenta que la presentadora de televisión suele ser muy reservada con algunos temas.

En ese sentido, Andrea Serna reveló como suelen ser sus domingos familiares y resaltó que suelen ser sagrados para pasar tiempo con su esposo e hija.

“Usualmente, las mañanas son muy activas, deporte aquí, deporte allá, en las tardes procuro bajar las revoluciones, no siempre es posible, bici, parque, amigos”, afirmó Serna, quien resaltó que su hija también tiene un fuerte gusto por el deporte, así como ella.

Teniendo en cuenta el ritmo laboral que lleva Andrea Serna gracias a su trabajo, la presentadora de televisión busca tener espacios de calidad con su familia. De hecho, afirmó que su hija no es la más fanática de su trabajo porque este no permite que pueda pasar el tiempo necesario con ella, por las largas jornadas de grabación.

Andrea Serna se confesó la enfermedad que padeció

Muchos han llegado a considerar que Andrea Serna tiene la vida perfecta. Sin embargo, no es así. Al igual que cualquier persona del común, la presentadora ha pasado por momentos buenos y malos, y por supuesto, se ha enfermado.

Cabe recordar que Serna se sinceró con Carolina Cruz en su formato de YouTube, El diario de una mamá. Allí, como su nombre lo indica, reveló varios detalles de su faceta como madre, la cual ha estado llena de felicidad, pero también de retos.

Serna es madre de Emilia, y en la conversación con su colega afirmó que tuvo un embarazo tranquilo, aunque tuvo un complicado problema: comenzó a sufrir de insomnio.

“Me dio un insomnio la cosa más miedosa, me tocó acostumbrarme. Eran las 3 de la mañana y yo quedaba como si fueran las 3 de la tarde y muchos días veía el amanecer, yo veía la hora, 5, 6 de la mañana y no había dormido”.

De acuerdo con la famosa, le tocó buscar toda clase de estrategias para intentar recuperar el “sueño perdido”:

“Empecé a organizar mi horario y mis cosas en la tarde, porque si ya definitivamente no lograba dormir en la noche, me tocaba reponer en la mañana, entonces organizaba todo para hacer luego de las 11 de la mañana, porque pasaba la noche en blanco, me paraba, iba a la cocina, me acostaba, entraba a internet, me leía todo, entraba al baño, hacía la rutina de skincare otra vez, era terrible”.

En la charla con Cruz, Andrea aseguró que su sueño nunca fue ser mamá, como le pasa a algunas mujeres desde que son muy jóvenes, pero que pasados sus 35 años comenzó a sentir el deseo de traer una vida al mundo.

“Sabía que quería ser mamá, que quería una familia, pero no veía cuándo iba a pasar. La verdad, yo me demoré mucho en tomar la decisión. De hecho, fui mamá a los 37 años. Entonces, entre que lo pensaba y lo pensaba fueron pasando los años y a los 35 sí dije: ‘me toca ponerme las pilas’. Sin embargo, nunca lo tuve tan programado. Sabía que en algún momento podía pasar, pero no fue algo que quisiera desde muy jovencita”.

La famosa y su esposo se demoraron un tiempo en quedar en embarazo, pero finalmente lo consiguieron. La noticia del positivo los llenó de mucha alegría.

“Nos demoramos en la búsqueda unos años, entonces, al principio, fue tanta la alegría de ver ese positivo, que no pensábamos mucho en si queríamos que fuera niño o niña. Solamente nos sentíamos bastante emocionados porque lo habíamos logrado”.

A excepción del insomnio, Andrea tuvo un embarazo bastante tranquilo que le permitió hacer toda clase de actividades.

“Yo recuerdo a mi doctor. Faltando como dos semanas para dar a luz me dice: ‘por qué no te vas para la casa y descansas, porque yo sé que, como no has sentido nada, no has parado. Yo sé que te ha ido bien, pero lo que se viene próximamente va a ser muy duro’”.