Irredentos, una película sobre el postconflicto luego del acuerdo de paz en Colombia. Estreno en salas del país

“Hacer y soñar con realización de cine en nuestro país, nos conduce inevitablemente a que, en algún momento, tengamos la obligación de intentar, desde nuestra posición, plantear una idea poética que, humanizada y transformada en imágenes pueda conducir por lo menos a una reflexión", explica Harold DeVasten, director del film Irredentos.

Esta película ya se encuentra en salas de cine del país y cuenta la historia del condecorado excoronel Augusto Almendros, desde su lejano retiro, se entera de que “Salazar”, uno de los guerrilleros que más persiguió en su época activa, ha sido perdonado por la justicia para la paz y llega a vivir sus últimos años, en la misma población que está viviendo.

Sin poder conciliar el sueño, en medio de angustiosas pesadillas, el coronel, pone en marcha un plan para encararlo, desafiarlo a un duelo en el bosque como dos guerreros de honor y cobrarle las deudas del pasado.

Sin embargo, el destino los obliga a vivir un irónico juego, donde al final se descubren como seres humanos, en el ocaso de sus irredentas vidas.

Esta es una película sobre el posconflicto que profundiza en la intimidad de sus protagonistas, luego del acuerdo de paz en Colombia. Ya se encuentra en diferentes salas del país, pero se debe consultar la cartelera de cada una de ellas:

- Cinema Local (Bogotá)

- Cinema Local (Cali)

- Cinemateca la Tertulia (Cali)

- Ecocine (La Unión, Valle)

- Cinemas Procinal (Medellín)

- Cámara de Comercio (Pereira)

Cabe resaltar que esta producción se grabó en varios escenarios del norte del Valle del Cauca. Lo que busca el director y toda la producción es generar diálogos en torno a la temática de la película y hacer pedagogía de la reconciliación en un país que ha sido duramente golpeado por el conflicto armado de todos los bandos.

“Después de habitar y convivir de manera cercana al conflicto y la búsqueda de la paz, década tras década, pensamos que es una pesadilla arraigada a nuestra tierra de nunca acabar”, afirma Harold DeVasten.

También añade: “Despertar a diario con las malas noticias, sintiendo cercano el dolor de las familias y una sensación latente de impunidad flotando en el ambiente, ha hecho que el país se polarice y muchos den la espalda a sus hermanos y defiendan con sangre sus ideales”.

En Irredentos, se trabajó en una vereda montañosa del Valle del Cauca, llamada La Florida, donde el director, el equipo y los actores protagonistas, tuvieron o directo con los habitantes, escucharon sus historias y se nutrieron de la humanidad misma del conflicto, para de manera respetuosa nutrirse de la realidad y enfrentar el compromiso de la escenificación.

La comunidad respondió con agradecimiento a su estadía y a la oportunidad directa de ser escuchados y tenidos en cuenta como protagonistas directos de esta realidad.

“Es por ello que en Irredentos, nuestra primera intención es la de exponer, más que ideales y posiciones, la siempre equivocada decisión de la guerra y su barbarie, como solución a los conflictos políticos y sociales”, concluye.