Judicial
En Cali, rescatan a niño de 8 años que estaba encerrado con llave y sin alimentos, esta es la historia
Una llamada telefónica alertó a las autoridades que debieron llamar al dueño del inmueble para poder iberar al menor.

1 de jun de 2025, 06:15 p. m.
Actualizado el 1 de jun de 2025, 07:38 p. m.
Noticias Destacadas
Un nuevo caso de maltrato infantil y al parecer abuso sexual sacudió a Cali este domingo 1 de junio, luego de que una llamada de la comunidad del barrio El Rodeo a la línea de emergencia alertara a las autoridades sobre un un presunto caso de maltrato físico y abandono a un menor de 8 años.

La denuncia señalaba también que el pequeño se encontraba encerrado bajo llave y sin alimentos.
De inmediato, las autoridades enviaron al inmueble señalado a la patrulla ‘PAIS’ de Protección a la Infancia y la Adolescencia, así como patrullas de vigilancia del sector para determinar la veracidad de la información.
Una vez en el sitio, los uniformados ubicaron al niño a través de la ventana de un segundo piso teniendo que llamar al propietario de la vivienda así como a un cerrajero para acceder a la habitación donde el menor permanecía bajo llave y sin alimentos.
Aunque los hechos son materia de investigación aún, se presume que el infante estuvo en estas mismas condiciones durante horas, pero además que el maltatro sería de forma reiterada, por lo que fue trasladado a un centro hospitalario para revisión médica y activación de la ruta de protección.
El niño permanece bajo cuidado del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf, mientras las autoridades determinan lo que pasó.
Sobre este caso, el subcomandante de la Policía Metropolitana de Cali, coronel Germán Manrique Cornejo, precisó que el lunes pasado se recibió una llamada a la línea de emergencia 123 donde la comunidad informaba sobre un posible caso de abandono y maltrato de un menor de edad en el barrio El Rodeo.
Inicialmente, agregó, “llegan nuestras patrulals de vigilancia y de Infancia y Adolescencia la cuales verifican que efectivamente se encuentra en una habitación un menor de 8 años de edad que está bajo llave”.
Dijo también que una vez procedieron a ubicar los progenitores no pudieron hallarlos y fue así que con ayuda de la comunidad y de un cerrajero, se vieron obligados a abrir la puerta donde identifican al menor, quien al parecer presenta "algunos vestigios de maltrato físico".
De igual forma, en el sitio fueron descubiertas algunas botella de alcohol y se pudo establecer que esto era un hecho “frecuente”, “repetitivo”, por las informaciones que da la comunidad.
El menor fue trasladado a un hogar del Icbf para restablecer sus derechos, donde se encuentra actualmente y será esta entidad la encargada de realizar todo el proceso investigativo para establecer lo que realmente pasó y si es una situación recurrente, indicó el coronel Manrique.

Sin embargo, el oficial sostuvo que el niño manifestó que no era la primera vez, que efectivamente lo dejan solo por temporadas, pero no señala algún tipo de maltrato aunque para las autoridades era evidente esto por “algunos moretones y golpes que tenía”, pero enfatizó que será obviamente el Icbf que ya desplegó toda la ruta la que establecerá realmente lo que presenta el menor”.
La madre del niño, una ciudadana extranjera, junto con el padrastro, se presentó horas después a la Estación de Policía donde los dos expresaron su rechazo por la actividad realizada por la Policía, pero, dijo el coronel Manrique, ellos actuaron tras la denuncia de la comunidad que fue la que hizo el llamado de auxilio.
“Esta situación, de abuso, debe ser definida por el Icbf, según lo que nos informa la comunidad que llamó a la línea 123 el niño pasaban días enteros en los que se sabía no ingresaba nadie, en algunas oportunidades, al parecer, escuchaban llantos del menor por encontrarse solo”, anotó Manrique.

Advirtió que no obstante era “evidente que no había comido porque llevaba mucho tiempo solo, y lo único que se encontró fueron rastros de botellas de licor en el lugar”, reiteró.
Periodista de la Universidad del Valle con casi 30 años trabajando en medios impresos como El Espectador y El País, y desde hace unos años he incursionado en periodismo digital.